1. ¿Quiénes fueron los toltecas?
Los toltecas pertenecieron a una cultura precolombina que dominó la mayor parte del centro de México entre los siglos X y XII d.C.. En 1941, un grupo de antropólogos designaron a la ciudad de Tula como la antigua Tollan, la mítica capital del pueblo tolteca. Dicen que Tollan llegó a tener un área de 14 kilómetros cuadrados y una población aproximada de entre 30.000 y 40.000 habitantes.
Su lengua era el náhuatl. En esta lengua, "Tolteca" significa "(maestros) constructores" . Y una de las principales razones de ello es porque destacaron en su época por su arquitectura y sus esculturas. La palabra "Tolteca" también llegó a significar "mujeres y hombres de conocimiento". Su organización sociopolítica fue monárquica y de gran poder militar. Su religión era politeísta y adoraban principalmente a dos dioses: Quetzalcóatl y Tezcatlipoca.
Los toltecas formaron una comunidad de maestros (denominados naguales) y estudiantes en Teotihuacan, donde se enseñaba una forma de vivir que se distinguía por facilitar el acceso a la felicidad y al amor.
Se desconoce cómo se extinguió la civilización tolteca. No obstante, se cree que Tollan, fue saqueada repetidamente por los aztecas y acabó desapareciendo como nación.
2. Los cuatro principios o acuerdos toltecas
Los cuatro principios están explicados con mayor detalle en el libro "Los cuatro acuerdos". Se trata de un ensayo escrito por el neurocirujano mexicano Miguel Ruiz . Miguel es autor de varios libros que han sido bestsellers internacionales. Sus padres eran curanderos y practicantes de las antiguas tradiciones toltecas. Ello le llevó a escribir sobre estas reglas de comportamiento sensatas, fáciles de aplicar en el día a día de nuestra vida y de una gran fuerza inspiradora.
Estas reglas de comportamiento son los 4 acuerdos o principios de vida que nos permitirán conseguir una verdadera transformación personal y mejorar nuestras vidas:
1. Sé impecable con tus palabras
Este es el principio más importante y el más difícil de cumplir. Las palabras que salen de tu boca nos dicen quién eres y cómo eres. Honra tus palabras y te honrarás a ti mismo. Si honras tus palabras, crece tu autoestima. Sé coherente entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Si eres coherente, te haces respetable para los demás y te respetarás a ti mismo.
2. No te tomes nada personalmente
Pase lo que pase a tu alrededor, nada es personal. Ni la peor ofensa, ni el peor agravio. Nada de lo que hacen los demás es por ti. Lo hacen por ellos mismos. En la medida que alguien te quiere hacer daño, se daña a sí mismo y el problema es suyo y no tuyo. Si conviertes este principio en un hábito, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan los demás. Sólo bastará con que confíes en ti mismo y te des cuenta de que tú y sólo tú eres el responsable de tus actos.
3. No hagas suposiciones
La Verdad con mayúscula, no existe. Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia verdad, nuestra propia realidad. Tendemos a hacer suposiciones de todo. Interpretamos lo que vemos, oímos y sentimos bajo nuestros filtros mentales y a menudo nos hacernos una película dramática de un problema que tal vez no exista. No des nada por supuesto. Si tienes dudas, acláralas. Si tienes una sospecha, pregunta. Una vez escuches la respuesta, ya no tendrás que hacer suposiciones pues sabrás la verdad. Acepta a los demás tal como son sin tratar de cambiarlos. Con una comunicación clara y trasparente, tus relaciones mejorarán.
4. Haz siempre lo máximo que puedas
Este principio es el que permite que los otros tres se conviertan en hábito. Esfuérzate siempre. En toda circunstancia, da siempre lo mejor de ti. Aplica siempre el esfuerzo correcto. Si te esfuerzas en hacer más de lo que puedes, gastarás más energía de la que puedes y tu resultado no será satisfactorio. Si no te esfuerzas, si haces menos de lo que puedes hacer, te someterás a ti mismo a frustraciones, juicios y reproches. Ya que te esfuerzas, asegúrate de que la escalera por la que asciendes hacia el éxito esté apoyada en la pared correcta. Si te esfuerzas subiendo hacia la meta correcta, serás más productivo y vivirás intensamente. Sabrás que te esfuerzas correctamente cuando disfrutas con lo que haces, cuando das lo mejor de ti porque quieres hacerlo y no porque tengas que hacerlo.
3. A la búsqueda del equilibrio interior y la felicidad
Según Miguel Ruiz, nuestro sistema de creencias sobre el mundo - nuestro paradigma - no es la realidad, sino nuestra versión mental de ella. Nuestro paradigma viene profundamente determinado por el proceso de "domesticación" al que nos vemos sometidos desde niños por nuestra familia, nuestra educación, la cultura de nuestro país y nuestras instituciones políticas y religiosas.
Por lo tanto, estas imágenes mentales de como es el mundo no son más que una serie de "acuerdos" que nos vienen impuestos por esa "domesticación" del ser humano.
Miguel propone romper con esos "acuerdos" que nos hacen sufrir, y cumplir con estos nuevos 4 principios que promueven el camino hacia la felicidad personal. Los 4 acuerdos son el nuevo sistema de creencias que debería tener una persona para tener un equilibrio interior que conduzca a la felicidad.
¿Cómo llegar a ese equilibrio interior?
En primer lugar, debemos entender que todos tenemos un sistema de creencias adquirido por influencia social, familiar o educacional que nos hace ver y sentir de forma diferente lo que pasa a nuestro alrededor.
En segundo lugar, debemos aprender que se puede modificar nuestro sistema de creencias para poder conseguir nuestro equilibrio interior y disfrutar del camino hacia la felicidad.
El proceso pasa por lograr conocerse y comprenderse uno mismo para comprender a los demás con el objetivo de ser felices sin ninguna influencia externa. De ser consciente de que todo lo que necesitas para lograr lo que quieres y deseas, está dentro de ti.
"Ser un tolteca es una forma de vivir en la cual no existen los líderes ni los seguidores, donde tú tienes y vives tu propia verdad. Un tolteca se vuelve sabio, se vuelve salvaje y se vuelve libre de nuevo."
Miguel Ruiz, "Los cuatro acuerdos"
Liberarnos de los antiguos acuerdos, romper con ellos, consiste en utilizar nuestra propia mente y nuestro propio cuerpo para vivir nuestra propia vida en vez de la vida de nuestro sistema de creencias.
Adoptar los cuatro acuerdos te convertirá en un "guerrero tolteca": aumentará tu poder personal y te hará más fuerte y resiliente. Tendrás el poder de soñar un sueño distinto.
¿Qué pasaría si utilizases tu mente, tu imaginación y tus emociones para soñar el cielo?
A lo mejor no puedas escapar del destino del ser humano, pero eres libre de elegir entre sufrir tu destino o disfrutar de él, entre sufrir o amar y ser feliz, entre vivir en un infierno o vivir en el cielo. ¿Cuál es tu elección?
Bibliografía:
"Los 4 acuerdos. Un libro de la sabiduría tolteca." Dr. Miguel Ruiz.
Créditos de la foto:
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