"Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y sobre el Universo, no estoy tan seguro."
Albert Einstein
1. ¿Qué es la estupidez?
Hay quien define la estupidez como un estado mental de las personas torpes, faltas de inteligencia, sin lógica en lo que dicen o hacen. Los estúpidos son personas que no pueden distinguir entre lo principal o lo secundario, entre lo profundo o lo superficial, entre lo importante o lo accesorio.
Paul Tabori (1908-1979), autor del libro "The Natural History of stupidity", dice que la estupidez es como una luz negra, que difunde la muerte en lugar de la vida, que esteriliza en vez de fecundar, que destruye en lugar de crear.
La estupidez no tiene tiempo ni lugar. A lo largo de toda la historia de la humanidad podemos encontrar ejemplos de personas estúpidas que causaron dolor, pobreza, muerte y destrucción.
Os acordáis de la leyenda de Ícaro. Cuenta la leyenda que:
Ícaro decidió escapar volando de la isla donde estaba confinado. Reunió plumas y las fue pegando con cera de abeja a la estructura de las alas que había construido con madera. Una vez terminadas, las probó y funcionaban perfectamente al batir sus brazos. Se lanzó desde lo alto de un peñasco y voló hacia la libertad. No obstante, se emocionó al ver que volaba mejor que las gaviotas y, ni corto ni perezoso, decidió volar más alto hacia el radiante Sol. En cuanto se acercó al Sol abrasador, la cera empezó a derretirse y las plumas se despegaron. Ícaro ya no podía volar y empezó a caer cada vez más y más rápido. Hasta que se estrelló en el mar y murió en el acto.
Ícaro tomó una mala decisión. Se perjudicó a sí mismo y causó también dolor y pena a su familia. Fue una gran estupidez por su parte.
Os he de decir que un estúpido puede ser rico o pobre, joven o viejo, alto o bajo, listo o tonto, de derechas o de izquierdas. Siempre encontramos estúpidos en todos los niveles de la sociedad.
La estupidez es una de las fuerzas más poderosas y oscuras de la humanidad que impide un mayor crecimiento del bienestar y de la felicidad en el mundo.
Llegado este momento, te lanzo esta pregunta para reflexionar: ¿Crees que se puede erradicar la estupidez humana para conseguir un mundo mejor?
Vamos a profundizar en el conocimiento de este concepto a través de la teoría de la estupidez humana de Carlo Maria Cipolla. Cipolla (1922-2000) fue un célebre historiador económico italiano y profesor de las Universidades de Pavia y Berkeley, entre otras. A principio de los años 70 escribió unos textos satíricos que compartió con sus familiares y amigos. Tuvieron tanto éxito que en 1988, acabó publicando "Allegro ma non troppo". En la segunda parte del libro, desarrolla las 5 leyes fundamentales de la estupidez humana.
2. Las leyes fundamentales de la estupidez humana
A lo largo de los siglos podemos encontrar a un grupo de personas mucho más poderosos que la Mafia, la Santa Inquisición o los Masones. Son capaces de actuar en perfecta sintonía, como guiados por una mano invisible, de forma que contribuyen poderosamente a reforzar y ampliar la eficacia de todos sus miembros. Son los ESTUPIDOS.
La teoría de la estupidez humana de Cipolla consta de las siguientes 5 leyes fundamentales y de un corolario final:
Subestimación del número de estúpidos: "Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo."
Independencia de otras características: "La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona."
Causan perjuicio a sí mismos y a los demás: "Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio."
Subestimación del potencial nocivo de los estúpidos: "Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error."
Peligrosidad de un estúpido: "La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe."
Corolario: El estúpido es más peligroso que el malvado.
3. Clasificación de las personas en cuatro tipos
El hombre es un animal social que se relaciona en mayor o menor medida con otras personas. Imaginad que cada interrelación que tenemos con otra persona es como una cuenta corriente y que cualquier acción o inacción con esa otra persona proporciona un ingreso o un reintegro tanto en mi cuenta y como en su cuenta. Los importes o las cantidades para cada uno pueden ser diferentes, ya sean positivas, negativas o cero.
Si tenemos en cuenta lo anterior, en una relación entre dos personas, una acción realizada por mi puede comportar las siguientes situaciones:
Que la acción me beneficie a mí mismo y a la otra persona. Es decir los dos realizamos ingresos en nuestra cuenta corriente de las relaciones.
Que la acción me beneficie a mí mismo y perjudique a la otra persona. En este caso, yo tengo un ingreso en mi cuenta corriente y la otra persona un reintegro.
Que la acción me perjudique a mí mismo y beneficie a la otra persona. Por lo tanto, yo tengo un reintegro en mi cuenta corriente y la otra persona un ingreso.
Que la acción me perjudique a mí mismo y a la vez, perjudique a la otra persona. Ambos tendremos un reintegro en nuestra cuenta corriente.
En el primer caso, he actuado de forma INTELIGENTE. En el segundo caso, he actuado de forma MALVADA. En el tercer caso, he actuado de forma INCAUTA y finalmente, en el cuarto caso, he actuado de forma ESTÚPIDA.
Podemos decir entonces que si una persona sigue uno de esos patrones de forma habitual, nos encontramos con cuatro tipos de personas: INTELIGENTES, MALVADOS, INCAUTOS y ESTÚPIDOS.
Este argumento también lo podemos extrapolar a un grupo de personas, a una empresa o organización o a un país o sociedad.
Veamos esta idea plasmada en el siguiente gráfico:
Un ejemplo sencillo para entender el funcionamiento de la gráfica es el siguiente: un ladrón entra en tu casa sin hacer ningún estropicio y te roba dinero de tu mesita de noche por un valor de 1.000 euros. Se trata de un MALVADO que te ha perjudicado a ti, beneficiándose él de esos 1.000 euros que ahora están en su poder. En su cuenta corriente relacional ahora hay 1.000 euros más y en la tuya 1.000 euros menos. El malvado lo encontraremos en el cuadrante inferior derecho.
A los estúpidos, por el contrario, los encontraremos siempre en el cuadrante inferior izquierdo de la gráfica. Piensa por un momento en personas que conozcas tanto de tu ámbito profesional como personal, ya sea de tu comunidad de vecinos, de tu gimnasio o de la asociación de padres del colegio de tus hijos. A que independientemente del entorno, puedes siempre identificar a un estúpido por lo menos.
4. Verdades sobre la estupidez humana
De acuerdo con las leyes fundamentales, estableceremos las siguientes verdades:
Aunque sea muy alta la estimación que uno haga sobre la cantidad de estupidez humana, siempre quedarán estúpidos a nuestro alrededor de forma repetida y recurrente. ¿Por qué? Porque personas que parecían racionales e inteligentes en el pasado, se revelan después como estúpidos. Igualmente pasa con personas incautas o malvadas, que pasan a ser estúpidos.
Siempre subestimamos el número de estúpidos a nuestro alrededor. Los estúpidos aparecen de repente, de forma improvisada e inesperada en los lugares y momentos menos oportunos para entorpecer, obstaculizar o destruir lo que otros han estado haciendo o creando con esfuerzo y sacrificio.
Estés donde estés, trabajes donde trabajes, vivas donde vivas, siempre habrá una fracción constante E de seres humanos estúpidos. La Naturaleza consigue actuar de tal modo que esta frecuencia de estúpidos sea siempre igual a E, independientemente de la dimensión del grupo, de la empresa o del país.
La estupidez es independiente de cualquier otra característica de las personas. No depende de la raza, del género o de la religión. Tampoco depende de la cultura, del nivel educativo o de la posición social. Habrá estúpidos listos y estúpidos tontos. Estúpidos educados y estúpidos maleducados. Por tanto, hazte a la idea que deberás enfrentarte siempre al mismo porcentaje E de gente estúpida y que, como he comentado antes, ese número de personas superará siempre las previsiones más pesimistas que hagas.
La persona estúpida causa daño a los demás y, al mismo tiempo, a sí misma. Causa dolor daño, frustraciones, desgaste y dificultades sin que ella vaya a ganar nada absolutamente con sus acciones. Los no-estúpidos no se lo pueden creer. Realmente nadie sabe, entiende o puede explicar por qué lo hacen. Sólo hay una explicación: son estúpidos.
La gran mayoría de las personas estúpidas son fundamental y firmemente estúpidas. Insisten con afán y perseverancia en causar daños o pérdidas a los demás sin obtener ninguna ganancia para sí o incluso se dañan a sí mismos. No hay nada peor y que haga más daño que un estúpido motivado y con ganas de hacer grandes proyectos.
"Nada en todo el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda."
Martin Luther King, Jr.
Hay estúpidos que pueden hacer mucho daño por su capacidad para influir. En muchos casos, la estupidez es genética. Se trata de personas que han heredado dosis importantes del gen de la estupidez y que pertenecen desde bebés a la élite de su grupo. De este grupo, hay un factor E que son personas influyentes, listas (que no es lo mismo que ser inteligente, como he explicado antes) y que además tienen buenas dotes comunicativas y argumentativas. Estos individuos pueden llegar a hacer mucho daño.
Hay estúpidos que pueden hacer mucho daño por su situación de poder. Como sabemos ya, existe un coeficiente E de personas que tienen una posición de poder o autoridad en la sociedad en la que viven. Se trata de políticos, militares, jefes de estado, jueces, presidentes y directores generales de grandes corporaciones, cardenales, obispos u otros líderes religiosos que aprovechan esa magnífica ocasión para hacer crecer la estupidez humana. Estas personas pueden llegar a hacer más daño todavía.
No resulta difícil de comprender de qué manera la existencia de estúpidos en el poder político, religioso, económico o judicial aumenta el potencial nocivo de la estupidez humana. Las personas no-estúpidas los subestiman y a lo largo de los siglos, el apoyo o la asociación con estúpidos ha ocasionado pérdidas incalculables a la humanidad.
"Nunca discutas con un estúpido. Te hará descender a su nivel y ahí, te vencerá por experiencia."
Mark Twain
Las acciones de una persona estúpida son imprevisibles, no se ajustan a ninguna regla de la racionalidad. Por ello, generalmente el ataque coge por sorpresa e incluso, cuando se ve venir el ataque, no es posible organizar una defensa racional porque la estructura de dicho ataque es irracional.
"Contra la estupidez hasta los mismos dioses luchan en vano."
Schiller
Los inteligentes, incautos y malvados saben que lo son. Al contrario, el estúpido no es consciente de que es estúpido. Esto contribuye a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su acción devastadora.
El tipo de persona más peligrosa que existe es la persona estúpida y además, es mucho más peligrosa que una persona malvada. Al perjudicar a otros y a ellos mismos, la sociedad entera se empobrece. Limitan el progreso, el bienestar y la felicidad de las personas.
5. ¿Crees ahora que puedes erradicar la estupidez humana para conseguir un mundo mejor?
Anteriormente te he pedido que reflexionases sobre si creías que se puede erradicar la estupidez para conseguir un mundo mejor.
Una vez conocemos las 5 leyes fundamentales de la estupidez humana nos damos cuenta que no es posible erradicar la estupidez en el mundo. Siempre habrá un coeficiente E de estúpidos, ya sea en una sociedad en progreso o en una sociedad en decadencia. Sí que podemos influir en que el impacto de sus acciones sea menor, limitando su poder y su nivel de actividad.
Carlo M. Cipolla argumenta que en una sociedad en progreso, las personas inteligentes son capaces de tener controlada a la fracción E de estúpidos. Por otro lado, los malvados y los incautos no suelen generar una pérdida neta a la sociedad en progreso. Si los inteligentes producen para ellos mismos y para los demás ganancias superiores a las pérdidas ocasionas por los estúpidos, habrá progreso en el mundo.
Si una sociedad está en decadencia, el porcentaje de personas estúpidas continua siendo E. Además, en este tipo de sociedades, entre los individuos que están en el poder suele haber un gran número de malvados con cierto grado de estupidez y, entre los que no están en el poder, un gran número de incautos con cierto grado de estupidez. Este cambio de composición de la población de los no-estúpidos incrementa el poder destructivo de la fracción E de estúpidos, conduciendo a la sociedad a la ruina total.
"La estupidez no tiene fronteras, pero al estúpido hay que ponerle límites."
Albert Einstein
Bibliografía:
Allegro ma non troppo, Carlo M. Cipolla, Ed. Grijalbo Monadori
The natural history of stupidity, Paul Tabori.
Créditos de la foto:
<a href='https://www.freepik.es/fotos/negocios'>Foto de Negocios creado por katemangostar - www.freepik.es</a>
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